Las emociones juegan un papel fundamental en nuestra vida. En nuestro día a día nos acompañan las emociones, estas son el resultado de nuestro comportamiento. Las emociones también son la causa de nuestro estado de ánimo. Nuestro estado emocional nos afecta a nivel personal y a nivel profesional.
Cuando no tienes una buena gestión de tus emociones, estas pueden estar afectando a tus decisiones y a tus actos, navegando como un velero sin rumbo. Te habrá pasado alguna vez que tienes una entrevista de trabajo, una cita importante, un evento familiar, alguna situación importante para ti, etc. Cualquiera de estas situaciones, generará una o varias emociones. No debes clasificar las emociones como buenas o malas, pues todas ellas nos pueden dar información que necesitamos para poder avanzar.
Las emociones nos avisan de lo que ocurre a nuestro alrededor de manera intuitiva y sin detenernos a pensar. Saber como gestionarlas dependerá de ti.
En muchas ocasiones cuando nos asalta una o varias emociones, el primer instinto es querer controlarlas, pues habitualmente las emociones salen en el momento menos oportuno (o eso puedes pensar). El control de las emociones es básicamente imposible a largo plazo. Tal vez puedes aplazar lo que estás sintiendo, quizás puedes eludir la emoción para salir del paso.
En muchos momentos, con tal de no sentir la emoción, buscamos la manera de que “desaparezca”, poniendo un programa de TV, llamando a alguien o haciendo cualquier cosa que nos evite sentir esa emoción que nos está llamando a la puerta. Ten en cuenta que una emoción que no se gestiona, puede alterar nuestro comportamiento, nuestro estado de ánimo y la relación que tenemos con las personas que nos rodean.
Negar las emociones, hace que se intensifiquen y se generen algunas otras derivadas de esa primera. Cuando te invada una emoción, del tipo que sea, ¡¡no intentes controlarla!! Busca las herramientas para poder gestionarlas, será beneficioso para ti a corto y a largo plazo.
La gestión de emociones tiene muchas ventajas en tu día a día. Una de sus ventajas es que te ayuda a empatizar con las personas que te rodean. Cuando empatizas con otras personas, puedes evitar aquellos enfrentamientos que son innecesarios. Una persona que no gestiona la ira, el enfado, la sensación de injusticia, por ejemplo, difícilmente podrá ayudar a otra persona que esté en su misma situación o tal vez esa persona no podrá evitar un enfrentamiento con otra persona la cual tampoco ha sabido gestionar sus emociones y le ha invadido la emoción por falta de gestión.
Otra de sus ventajas, es aprender de los errores. Para no sentirte mal, evitarás recordar tus fracasos. La gestión emocional, te ayudará a acercarte a ese recuerdo desde otra perspectiva basada en la aceptación y de esa manera aprender a realizar una mejor acción cuando se te de una situación similar.
Saber reconocer el error es fundamental para poder avanzar, para responsabilizarte de los actos que realizas. Si te invade la vergüenza, difícilmente reconocerás el error, si no puedes reconocerlo no podrás aprender para la próxima vez. También será más fácil expresar cómo te sientes de manera asertiva. Puedes expresar lo que sientes sin invadir el espacio de la otra persona.
Entre otros beneficios, saber gestionar tus emociones, te ayudará a centrarte. Imagina que tienes que tratar un tema (ya sea laboral, familiar o con amigos) y pensar en ese momento hace que te invada el miedo. Si no lo gestionas, no podrás avanzar y la emoción irá creciendo a medida que se acerque el momento. Para una buena gestión de las emociones, lo más importante es conocerte, saber quién eres y como te afectan. Gestionar las emociones no es tarea sencilla, pero si te lo propones, puedes empezar a conocerte y que no te invadan las emociones.
Lo primero que tienes que hacer es ese “darte cuenta”, saber qué sientes y ponerle nombre. Nacemos con emociones primarias como el miedo, la ira, el asco y la tristeza. De esas emociones primarias se pueden derivar otras. Lo importante es que sepas ponerle a cada emoción el nombre con el que mejor te identifiques y gestionar (que no controlar) de forma adecuada la emoción.
Si has llegado hasta aquí es porque sabes que lo más importante de tu vida eres tú!
Te mereces un espacio donde te puedas conocer mejor, un espacio seguro en el que puedas ser tú, invertir en tu propio crecimiento personal que podrás aplicar desde la primera sesión en tu día a día. Ganarás confianza en ti, serás guía de tus emociones..
Soy Rebecca Crespí, coach certificada por ICF con metodología propia en los procesos de coaching. Te acompañaré a que descubras quien eres y lo más importante, quien quieres ser!! Mis procesos de coaching garantizan un mejor conocimiento del coachee (clienta/cliente).
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