Por todas las personas es conocido que la vida es un cambio constante. Cada mañana al despertar empieza la toma de decisiones. Esa toma de decisiones es inconsciente ya que trabajamos en piloto automático, no paramos a pensar lo que hacemos cada día, nuestro cerebro ha configurado un mapa mental, un mapa que se ejecuta de forma automática, pues es lo que habitualmente hacemos cada día. ¿Qué ropa me pongo? ¿Qué desayuno? ¿Qué perfume me apetece?. Seguro que te ha pasado alguna vez, que has llegado a algún sitio donde sueles ir sin darte ni cuenta… Esa toma de decisiones es sencilla al venir desde el subconsciente.
Te has preguntado alguna vez ¿Cuál es la persona con la que más hablas?
Ya te respondo yo, con quien más hablas cada día es contigo, sí, te pasas todo el tiempo hablando contigo. Es curioso como cuando se inician las sesiones de coaching y realizo esta pregunta, muchas de mis coachees (clienta/cliente) no se habían dado ni cuenta. Esa voz interior a la que apenas le prestas atención es el motor de tu día a día. Ahora bien, cuando te haces consciente de esa voz interior, viene la parte difícil, tomar decisiones más conscientes. Decisiones como apuntarte al gimnasio, cambiar de trabajo, cambiar de pareja, aprobar unas oposiciones, etc. Ahí es cuando viene el verdadero quebradero de cabeza, donde entran las dudas y tu mapa mental se llena de suposiciones que tal vez ni se lleguen a consolidar.