Miro mil veces el móvil, ¿para qué? Si todo lo que quiero está aquí. Eso es lo que me digo una y mil veces y aún así sigo mirando esa triste pantalla esperando algo que ni yo misma sé si quiero.
¿Cuántas veces te ha pasado? Esperas un mensaje de alguien pensando que se ha acordado de ti, un mail esperando la respuesta de esa entrevista que hiciste, que no estás segura de si quieres ese puesto de trabajo o no, pero ahí estás esperando el mail, esperando esa llamada que te de los resultados de esa prueba que te has hecho, tu voz interior que quiere ser positiva y al mismo tiempo temes que se vuelva a repetir aquello por lo que ya has pasado. La vida no se trata de esperar, hay que tomar decisiones saber lo que una quiere, tener un propósito de vida.
¿Sabes cuáles son tus propósitos? ¿Sabes quién eres? ¿Sabes quién quieres ser? Transitar por esta vida está más que demostrado o eso nos han hecho pensar que no es nada fácil. Deja de esperar!! Atrévete! Atrévete a sentir, atrévete a realizar ese cambio de trabajo, atrévete a superar los resultados negativos, la vida es un baile y solo tú sabes cómo bailarla. La melodía la pone la vida, con sus adversidades, aún así vale la pena vivirla, hay muchas, MUCHAS cosas buenas. Quítate los miedos, quítate de la cabeza ese “que pensarán de mí”, deja atrás tus dudas propias o esas que tienes en la cabeza por escuchar los miedos de otras personas proyectados en ti. Ahora es el momento, ahora es la oportunidad, TU oportunidad, sabes igual que yo que la vida pasa, pasa a una velocidad increíblemente rápida.
Te suena el despertador el lunes a las 7:00 y te pesa la semana sin haber puesto un pie en el suelo, te invade la nostalgia de lo bien que has pasado el finde o por el contrario la vocecita que te dice que no lo has aprovechado bien, eso que ya ha quedado atrás y nada puedes hacer para cambiarlo, lo que SÍ puedes hacer es disfrutar del siguiente. Así que casi sin pestañear, ya está sonando la alarma de nuevo a las 7:00, esta vez del viernes, te ha pasado otra semana entre rutinas y quehaceres, entre prisas y quejas de que no llegas a todo (las que tenemos hijos multiplicado por uffff).
Tú tienes el poder para cambiar eso, solo tú puedes cambiar eso. Hay que comer, está claro, en esta vida necesitamos de un sueldo para vivir o por lo menos intentarlo, pero no te quedes solo en “intentar vivir” dale un sentido a tu vida, planifica aquellas cosas que te gustan, esos KitKat que te den la fuerza, la energía, las ganas de seguir adelante. En ocasiones buscamos momentos que parece que no tienen cabida en nuestra agenda y sin embargo son pequeños momentos para empezar a pensar en ti, una parada de 10 minutos tomando una taza de té o café o lo que te guste. Un paseo de 15 minutos con el teléfono apagado, unas páginas del libro que llevas esperando leer hace meses, sin esperar más!
Deja ya esa dichosa pantalla que nos absorbe la vida. Tu móvil te hace un informe semanal de la cantidad de tiempo que le dedicas, si no lo tienes activado, te lo recomiendo, es un manotazo de realidad cuando te informa que has tenido una media de 2/3/4/5 horas diarias conectada a esa pantalla… Y ahí piensas, si no lo uso tanto, amiga, esa aplicación no sabe ni quien eres, solo está ahí para hacer una medición. Pues eso, que dejes de esperar y dediques esa media de horas que le dedicas a la pantalla a concederte algo que realmente te de paz, te llene de amor para ti misma, haz algo por ti que te valga la pena, ALGO PARA TI, es tu vida y tú eres la protagonista
¿Te vas a dar el papel que te mereces? Se consciente de cada uno de tus días, una vez que se han ido ya no los podrás cambiar. Nunca es tarde si la dicha es buena, así que siempre es un buen momento para que sea TU MOMENTO.